lunes, 17 de agosto de 2009

La depresión.

La depresión clínica es más que un simple arrebato de tristeza melancólica, se trata de un grave trastorno que a menudo interfiere en el desempeño de las actividades cotidianas.

El temor, la tristeza y la confusión mental son parte de esta enfermedad que puede atacar al ser humano en las diferentes etapas de cambio que nos toca vivir.

Un individuo depresivo suele sentir un dolor terrible sin saber donde, un gran temor sin saber por qué y, lo peor de todo, no tener ningún deseo de hablar de ello.

Aunque a veces la depresión tiene causa obvia, a menudo se infilt
ra en la vida de la persona sin previo aviso. Un nubarrón de tristeza ensombrece de pronto tu existencia sin ninguna razón aparente.

El desanimo la apatía se apoderan de uno y lo malo es que no hay nada que se lleve ese nubarrón. Te sumes en la desesperación y no sabes por qué.


La depresión no es ninguna deshonra, pero hay persona que cuando le diagnostican la enfermedad suelen sentirse de esa manera, se avergüenzan de si mismo esto los lleva a sentirse más
depresivos y por consiguiente aumentan los síntomas. Existen personas que han experimentado dolor en los músculos sin haber realizado ninguna actividad que le produzca dicho dolor.


Existen cinco tipos de depresión y para que un tratamiento sea eficaz, se ha de tener presente el tipo de depresión que usted padezca.

La depresión mayor, o grave, tiene síntomas agudos que pueden durar seis meses o más si no se tratan, puede hasta interferir en casi todos los aspectos de la vida del paciente.

El trastorno bipolar se conoce también como depresión maniaca. Quienes lo padecen experimentan emociones extremas que oscilan entre periodos prolongados de intensa hiperactividad (manía) y abrumadores bajones (depresión).

La distimia Es un tipo de depresión más leve; con todo, sus síntomas interfieren en la vida normal del paciente. Hay quienes también experimentan periodos intermitentes de depresión grave.

La depresión posparto es un estado emocional debilitante que afecta a muchas madres después de dar a luz.

El trastorno afectivo estacional se presenta como resultado de la falta de luz solar durante el otoño y el invierno. Suele desaparecer en la primavera y el verano.

Hay varios tratamientos para la depresión, según la gravedad y los síntomas de cada caso. El médico de cabecera puede ser de gran ayuda, aunque a veces hará falta acudir a un especialista. Es posible que se recete un antidepresivo u otro de tratamiento. Hay quienes han obtenido resultados con la fitoterapia (medicina herbaria), siguiendo ciertas dietas o realizando un programa de ejercicios supervisado.


Entre las situaciones muy comunes que se te pueden presentar cuando estas depresivo es encontrarte con amigos bien intencionados, estos usualmente con poca o ninguna preparación medica pudieran decirle al enfermo que tratamiento debería aceptar o rechazar. Es posible que tengan opiniones muy definidas a favor de la fitoterapia, de ciertos medicamentos o que se opongan a todo tipo de tratamiento. Lo que debes tener presente es que no debes aceptar cualquier consejo, recurre a la fuente confiable para informarte bien y tomes una decisión razonada.


Otra situación es el desanimo que lleva a algunos pacientes a descontinuar el tratamiento por los efectos secundarios que producen o porque les parece que no se recuperan. Antes de que le gane el desanimo hable con su doctor y explíquele lo que siente, de la buena comunicación que tenga con este dependerá su recuperación.


Hay personas que tiene un exceso de confianza y esto hace que algunos pacientes interrumpan su tratamiento a las pocas semanas de empezarlo porque se sienten mejor, olvidan lo mal que se encontraban antes del medicarse. Jamás se te ocurra dejar el tratamiento de golpe, pues podrías sufrir una recaída e incluso puedes sufrir consecuencias tan graves como la muerte, antes de tomar cualquier tipo de decisión lo primordial seria consultar con tu doctor.