lunes, 7 de julio de 2014

Entre celar y no celar...

La mayoria de los seres humanos hemos crecido con la idea de que los celos son una manera de expresar "un amor profundo". Muhos apuntan a que esta idea es influenciada por la cinematográfia, la prensa, etc... Todo apuntando a que alguien que te cela, es alguien que te ama mucho.

Esta idea erronea del amor, esta muy alejada de la realidad. Los celos en extremo, son señal de una personalidad enfermiza, insegura y con muy poca autoestima. Usualmente, el personaje dentro de la relación que siente celos, controla a su pareja por medio de los celos con la excusa de el gran amor que siente.

El o la celosa extrema, es una persona que adolece de muchas cosas, sobre todo de su propia valoración, y traslada esas falencias hacia ese ser que "ama con locura"

Son personas que necesitan conocer el minuto a minuto de sus parejas, y si no las hallan se disgustan, y hacen que ese romance de novela se transforme en una prisión para quien es celado.

En la mayoría de los casos, los sentimientos de celos brotan con tanta intensidad que parecen generarnos en el cerebro un agujero, destruyendo nuestro pensamiento racional y desencadenando comportamientos que terminan por alejar a la persona que tanto se desea.

Por tratarse de una emoción compleja, los celos involucran sentimientos dolorosos, como el miedo, el abandono, la pérdida de la pareja, la tristeza, la ira, la traición.

Por eso una relación en la que alguien siente celos extremos, se torna no sólo patalógica para quien los siente, sino también para quien los padece, pues es terrible tener que soportar esas tácticas de los celosos, como la vigilancia y la violencia.



En resumen, una relación así, se torna realmente insoportable, pues una pareja tiene que respetarse, amarse pero también tener confianza recíproca, tener espacios compartidos, y también espacios y amistades individuales, y ésto no tiene que provocar inseguridad o celos en la otra parte.

Tambien existen los celos conocidos como “regulares”, que son pasajeros y no dañan la relación, que son situacionales y que se disipan, sin dejar huella en la relación. Sólo forman parte de un momento de debilidad pasajera.

Por esto, en una pareja que se enriquece el uno con el otro, al primar la confianza, esos celos excesivos, enfermos, la perjudican y la destruyen. A veces la inseguridad que dan los celos es por lo que puedan darnos, por lo que podamos obtener de la relación ya sea amor o algo más, de lo que si estoy segura, es que debemos controlarnos, porque al final nos quedamos sin amigos, sin pareja y encerrados en ese mar de desconfianza e inseguridad.



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